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jueves, 14 de octubre de 2010

Humo de cigarro y pasión







Creyó que fue solo un espejismo pero no, regreso a él. No lo pensó, volvió a caer, no pudo contenerse. En ese momento ya no existía la razón, la pasión y el deseo se impregnaron en su piel y en su corazón. Los minutos se hicieron eternos, lo tenia en frente y se perdió en sus brazos.


La espera termino, esos labios carnosos los volvió suyos, el sabor de su boca lo enloquecía perdiendo todo sentido de la realidad entregando mas que el cuerpo, mas que el pensar, postraba a sus pies completamente todo su ser.


No eran necesarias las palabras todo se regia por el deseo, por los labios, la lengua, las curvas y el simple hecho de cometer algo prohibido que le daba un sabor a esa piel tersa y le brindaba el aroma de un cáliz nunca antes servido que clamaba ser bebido muy lentamente para que en cada caricia, cada beso, cada secreto se conviertan en el mayor deleite de dos cuerpos que se entregaban al deseo de los recuerdos que se transfiguraban al simple contacto de sus manos.


Era el paraíso total, el manjar estaba servido, lo tomó con sus manos empezando a sentirlo, a poseerlo desplazándose suavemente desde el principio del amor hasta el ocaso de su sexo. Era inimaginable el sentir, que enloquecía al gusto que no paraba de probar y probar el exquisito manjar del punto máximo del origen del placer. Mientras el corazón se desbordaba, la noche transcurría. La cama se olvidaba de aquellos sueños, anhelos y fantasías que alguna vez tuvo, pues presenciaba como en ella se volvían realidad, como la inagotable llama del dolor en el climax del placer se fusionaban en un solo sentimiento que no puede explicarse, pues solo es entendido en la intimidad de las palabras, en el juego del vaivén, del sonido, de las miradas entre dos seres que acosta de todo se convierten en una solo ser que a la sombra de la luna piden mas y mas.


La pasión se desborda al momento que las estrellas bajaban a la cama, ellos se habian eclipsado en la magia de la lujuria. Las fuentes de la vida no pueden soportar mas, solo ruegan salir del interior de cada uno con el ansia de nacer de nuevo. El momento ha llegado la cama se estremece, las paredes se tiñen de rojo, el piso se pierde, el mundo se olvida, el cielo se acerca a ellos; los clamores al fin fueron escuchados, en el silencio solo resuena el simple sonido de su sexo entregándose mutuamente y mezclandose en el milagro perfecto de lo prohibido, de lo profano que se transforma.....


En la tranquilidad la atmósfera cargada de deseos cumplidos con aroma de victoria hace de las suyas.


Sentados en esa cama contemplándose mutuamente, compartiendo una taza de café al fin pueden cruzar palabras después de haber vivido el momento de haber perdido la timides y compartir la confianza para lograr ahora poder compartir sus sentimientos entorno al humo de la mezcla perfecta del café y el cigarro...